A continuación de Pinamar, se encuentra Villa Gesell, zona no sólo de bosques sino también de dunas que se ha convertido en un paraiso de las familias aunque atrae a gran cantidad de público joven también. Considerada como uno de los balnearios y centros de atracción turística más importantes en la vera del Océano Atlántico, ofrece una excelente infraestructura para el relax, esparcimiento y diversión. Ubicada en la provincia de Buenos Aires y a 350 km de la Capital Federal se puede acceder por vía aérea hasta el aeródromo local, que recibe vuelos de cabotaje, o por vía terrestre a través de la Ruta Nac. Nº 11. En los últimos años, se han ido conformando pequeños poblados, muy cercanos a Gesell. Uno de ellos es Mar de las Pampas, un coqueto lugar donde se respeta al máximo a la naturaleza, por lo que se ha convertido en la primer Slow City de la Argentina. Mar Azul y Las Gaviotas son los lugares vecinos, también con un perfil bajo, con pocas edificaciones y playas más despobladas y agrestes. Para los que buscan tranquilidad y poca gente, son los sitios ideales. Villa Gesell tiene una fecha instituida como la de su fundación: 14 de diciembre de 1931, que es la que fijó Don Carlos Idaho Gesell como hito para iniciar su obra titánica de forestar los médanos que había adquirido, consistente en 1.648 Has. Su idea original en ningún momento fue la de crear una ciudad turística como la que hoy es, sino que su propósito inicial fue la de sembrar pinos, para abastecer a la propia fábrica de muebles de su familia (Casa Gesell). El fundador construyó su primera vivienda en 1932, premoldeada, con cuatro puertas hacia los cuatro puntos cardinales, con una galería circundante, hoy Museo Histórico. A partir de 1940 comenzó la principal etapa de fijación de dunas, experimentando distintos métodos, algunos de su creación, ya que a su coraje y disposición para esta empresa, unió su talento creador e inventor permanente, ratificado en las patentes de invención solicitadas a través de su larga vida. En 1943 se abrió el camino que uniría Villa Gesell con la primitiva Ruta 11. En el año 1944 se construyeron los tres primeros hoteles: Gaviota de Otto Shell; Parque de José Ronco, hoy desaparecidos; y Playa de Gussmann, que aún se conserva con su hermosa arquitectura de líneas centroeuropeas, características de las primeras construcciones de esta localidad. Es así como ya a mediados de esta década, fue surgiendo el poblado con el nombre de Villa Silvio Gesell, el padre del fundador. El poblado inicialmente fue un centro de naturistas y vegetarianos. A fines de 1950 la zona, aún muy agreste, resultaba atractiva para una juventud de poder adquisitivo elevado que tenía algunas actitudes moderadamente contestatarias. De tal modo que en los años 1960 Villa Gesell fue uno de los centros de la movida hippie en Argentina. Desde los años 1970 -y en especial tras el fallecimiento de C. Gesell en 1979- la zona fue loteada y muy edificada, en un principio siguiendo el modelo de la casa del mismo Gesell. En esta década, Villa Gesell tiene el índice de mayor crecimiento del país. Crece la ciudad a lo largo hacia el sur, y aparecen los edificios de propiedad horizontal, los dúplex y todo tipo de viviendas colectivas que le dan otra característica a la ciudad. Finalmente, el 23 de mayo de 1983 Villa Gesell pasa a ser Partido. En 1995 el Chalet de Don Carlos es convertido en Centro Cultural anexo al Museo y Archivo Histórico Municipal y el 18 de noviembre de 1996 se crea la Reserva Municipal Dunícola Faro Querandí. Así sin que su propio fundador pudiera imaginar en lo que se convertiría, ese pedazo de arena desértica y ventosa se transformaría en una ciudad, para deleite de todos los que quisieran acercarse buscando algo distinto: amplias playas, mar cálido, tranquilidad e informalidad. Hoy en día, esta notable obra de forestación que logró fijar los médanos y transformar la zona en un área boscosa, es un espacio donde proliferan tamarindos, pinos, acacias y eucaliptos, que rodean al moderno conglomerado urbano con calles asimétricas y ondulantes e innovadoras edificaciones. El turismo de Gesell (coloquial y resumido nombre con el que actualmente suele ser llamada la población), aunque atrae a jóvenes por su vida nocturna, se ha convertido en un paraíso de las familias. Villa Gesell, que se extiende hacia el sur bordeando las extensas playas del Océano Atlántico con una buena temperatura entre los meses de Diciembre a Marzo que ronda los 34 grados, hoy es una ciudad llena de vida, con opciones para todos los gustos. Sin duda, el principal atractivo de Gesell reside en su hermosa playa, que presenta un suave declive y atrae a un importante número de turistas que disfrutan de sus paradores con finas arenas, de la práctica de beach voley, natación, tejo, paleta, salir a correr o actividades náuticas como jet ski, surf, windsurf, motonáutica, esquí acuático, paseos en lancha y pesca deportiva embarcada o desde la costa. Otras entretenidas opciones son las travesías en 4 x 4 hasta el Faro Querandí o por la Reserva Dunas Norte, paseos en cuatriciclo, actividades al aire libre como cabalgatas, paseos por el bosque, visitas al Parque Zoológico o una práctica de golf en el prolijo y preparado circuito de la ciudad. A las opciones se agrega el Pinar del Norte, un parque de 15 hectáreas sitio de origen de la localidad, que contiene a su vez el museo y casa de Carlos Gesell, su fundador. La Avenida 3 es un punto obligado para el paseo y las compras, además de la Feria de Artesanos que cuenta con más de 100 puestos. La vida nocturna es igual de interesante con los numerosos restaurantes, confiterías, pubs, discotecas, espectáculos artísticos, además de las salas de teatro, bingo y cines. En síntesis, Villa Gesell es playa, dunas, bosque, entretenimiento y algo más…es la vida de un creador, la iniciativa que dio origen a su historia, es progreso frente al mar infinito, es la esperanza de los primeros pobladores del país.
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